Ha sido diseñada para elaborar una idea preconcebida de vino y un número limitado de botellas. Está acondicionada para que nada escape al alto nivel de exigencia que nos imponemos en el proceso productivo. Siempre a la vanguardia de las nuevas tecnologías seguimos evolucionando para mejorar en cada cosecha.
Para conseguir la regularidad entre añadas es fundamental la cuidada selección de los viñedos. Trabajar con agricultores vinculados al proyecto desde hace años nos permite elegir las mejores tierras y las mejores cepas, que cumplan con las características necesarias para elaborar nuestros vinos. En el campo las uvas son vendimiadas a mano y transportadas en cajas de 18 kg, favoreciendo que lleguen en perfectas condiciones a la bodega.
Una vez las cajas en la bodega, la uva se deposita lentamente en una primera mesa en la que se realiza la selección de racimos, eliminando aquellos que no presentan unas condiciones adecuadas y que puedan perjudicar al producto final. Tras el despalillado los granos caen a una segunda mesa donde se procede a eliminar los granos verdes, pasados o dañados, y fragmentos de escobajos. Todo este proceso pretende la homogeneidad de los vinos en el tiempo, minimizando en lo posible las incidencias madurativas y fitosanitarias debidas a las variaciones climáticas, asegurando que ningún elemento distorsionante intervenga en la composición final del vino.
Tras la crianza en barrica, imprescindible para potenciar sus cualidades, nuestros vinos pasan un periodo de reposo en botella, variable según tipología y añada, en el que alcanzan su plenitud, su máxima redondez y expresión. Sólo saldrán a la venta en el momento óptimo para ser degustados.