Parece que cada día están más claros los beneficios que conlleva el consumo moderado de vino tinto.
Estudios y Científicos de todo el mundo no dejan de descubrirnos todo lo bueno que conlleva el consumo de una copa de vino tinto diaria, frente a otro tipo de bebidas.
En Copa de Balón, hemos recabado hasta 15 beneficios, que a continuación te relacionamos, además del más importante, que es el placer de disfrutar de esta extraordinaria bebida.
Según la Escuela Médica de Harvard, el resveratrol, compuesto que se encuentra en la piel de las uvas tintas, retrasa el envejecimiento, siempre con un consumo moderado y parece ser que es una de las causas de longevidad en zonas con alto consumo de vino tinto, como el suroeste de Francia o Cerdeña.
El vino tinto activa un gen que impide la formación de nuevas células de grasa y además nos permite estimular las existentes para depurarlas e ir eliminándolas poco a poco.
Para ver reflejado este efecto en nuestra silueta, recuerda que no debes beber más de una copa al día y obviamente, los resultados serán más visibles si lo acompañamos con una dieta equilibrada.
Son muchos los estudios que demuestran que beber vino tinto de forma moderada pero constante, hace que podamos prevenir demencias y enfermedades degenerativas de nuestro cerebro.
Si eres de esas personas a las que les sangran las encías, no lo dudes y acompaña tus comidas con un vasito de vino tinto. Existen compuestos presentes en las uvas que, al ser fermentados en vino, tienen la virtud de evitar la aparición de los estreptococos y bacterias vinculadas a la caries además de ser muy eficaz contra la gingivitis.
Según científicos de la Universidad de Barcelona, los flavonoides, que se encuentran en las uvas y el vino, ayudan a reducir los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta en la piel.
La investigación apareció en The Faseb Journal y nos dice que es precisamente el propio resveratrol presente en las uvas, el que mejora nuestra situación en esos días que estamos más apáticos o cansados.
Según estudio llevado a cabo en la Universidad de California, al disfrutar de ese vino rico y sano, liberamos endorfinas en nuestro organismo, relajándonos y disfrutando más del momento.
Curioso pero cierto, tomar vino mientras comemos hace que, gracias a sus propiedades astringentes, el sabor de las comidas se perciba de modo más intenso. Reduce el sabor de las grasas y nos da una sensación gratificante al limpiar nuestra boca.
El vino tinto es un tesoro natural rico en polifenoles, siendo uno de ellos el citado resveratrol, sustancia química rica en antioxidantes que, según la Clínica Mayo, nos ayuda a cuidar nuestros vasos sanguíneos ya que evita la formación de coágulos y la reducción del llamado colesterol malo.
Según un estudio realizado por un equipo de varias Universidades Españolas con más de 5.500 hombres y mujeres de entre 55 y 80 años y sus hábitos de consumo, encontraron que los que tomaban entre dos y siete copas de vino a la semana, eran menos propensos a ser diagnosticados de depresión.
Además de los polifenoles mencionados con anterioridad, el vino tinto es rico en vitamina E que ayuda a limpiar nuestra sangre y los vasos sanguíneos, protegiendo nuestra salud cardiovascular.
Como gran antioxidante que es, constituye un recurso natural capaz de bloquear el crecimiento de las células responsables del cáncer de mama o pulmón.
Según científicos de la Escuela Universitaria de Medicina de Washington, el vino puede detener el proceso denominado angiogénesis (apertura de nuevos vasos sanguíneos en el área ocular) lo cual lleva al desarrollo de ceguera.
Según estudio realizado por investigadores de varios países europeos con adultos y sus hábitos alimenticios, los bebedores moderados de vino tinto, tenían niveles mayores en sangre de ácidos grasos Omega3.
Gracias a sus propiedades antioxidantes y astringentes, logra evitar que las bacterias se adhieran a nuestra vejiga o riñones y optimiza además, el filtrado y depuración de estos órganos.
Fuente: https://www.encopadebalon.com/es/blog/los-15-beneficios-del-vino-tinto-para-la-salud-n2