Existen diversos tipos de uvas pero te presentamos las más comunes:

Cabernet Sauvignon

Es el más popular en el mundo. Su color es fuerte, como el de una frambuesa, y es virtualmente impermeable a la luz. Tiene aromas a cerezas oscuras, especias y un destello de vainilla que se logra mientras más tiempo se deje en barricas. Sentirás tu boca un poco seca debido a los taninos, los cuales son fantásticos antioxidantes. Está lleno de cuerpo, el cual podemos definir como el peso y volumen del vino en la boca -muchas veces relacionado con su contenido alcohólico- y es excelente para acompañarlo con carnes rojas, quesos azules añejados, chocolate oscuro y platillos pesados.

Merlot

Es reconocido por su color azul oscuro asociado con las moras. A diferencia del Cabernet, los taninos son más suaves y llenos de sabores, haciéndolo un vino más accesible al gusto de la mayoría. Este vino a veces es mezclado con otros, especialmente con Cabernet Sauvignon. Tiene un sabor intenso, profundo y afrutado, aunque no dulce. Lo encontrarás con un olor a ciruela, grosella y a veces a vainilla. Es un vino de cuerpo medio, más ligero y suave que el Cabernet. Se recomienda acompañarlo con carnes, quesos y pastas.

Tempranillo

Estudios recientes muestran que esta podría ser la uva que más ha crecido por hectárea. La cosecha absorbe grandes cantidades de Potasio, por lo que brinda una acidez superior. Su sabor está lleno de uvas oscuras, moras, tabaco y notas herbales. Se empareja muy bien con quesos, charcutería, pastas y arroces.

Pinot Noir

La característica de las uvas de este tipo de vino es que sus racimos viene apretados y en forma cónica; es ideal para acompañar con alimentos llenos de proteínas, en especial con pescados, carnes magras, carnes rojas y quesos de cabra. Su sabor es delicado y fresco. Los taninos que contiene son suaves por su bajo nivel de polifenoles, por lo tanto, su acidez incrementa. Los aromas que tiene son a cerezas, fresas y ciruelas. La personalidad de este vino depende mucho del lugar donde se haya producido.

Shiraz

La variedad de las uvas syrah o shiraz son las que poseen la mayor cantidad de antioxidantes y tienen un sabor distinto, con toques de pimienta negra, vainilla y moras. El sabor a caramelo que pudieras encontrar es por su reposo en barricas de roble. El encanto de este vino radica en el potencial de crear un gran cuerpo con los rojos más finos, profundos y oscuros. Si buscas un tinto aterciopelado y suave, Shiraz es para ti. Lo puedes acompañar con carnes y hongos.

Malbec

La uva Malbec tiene piel delgada y necesita más sol y calor para madurar. El vino que proviene de ellas tiene un sabor a ciruelas, zarzamoras, higo y especias. Generalmente es mezclado con otras variedades como Cabernet Franc, Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot. Su personalidad varía según la región donde creció y se procesó. Se recomienda para las comidas llenas de especias y picante como la mexicana y la hindú.

Zinfandel

Probablemente es la uva más versátil, pues se utiliza para producir diferentes tipos de vino, desde rosados o blancos, hasta rojos profundos. Si quieres un ejemplar que te proporcione un poco más de alcohol, derivado de la madurez del fruto en su recolección, el Zinfandel es el indicado. En el paladar te sorprenderán sabores de los más enérgicos y fuertes, llenos de cerezas, moras, vainilla y tal vez carne seca. Encontrarás un olor con ligeros toques de eucalipto, canela, grosella y especias picantes. Este vino va muy bien con comida mexicana, tailandesa, pizza, hamburguesas, salchichas y quesos.

Fuente: https://culturacolectiva.com/comida/como-elegir-un-buen-vino-para-principiantes